UNA PEQUEÑA HISTORIA DE NO AMOR

Ella le habia visto por primera vez paseando por la playa con la cabeza mirando al suelo.
- Pobrecito - pensó ella.
A partir de aquel día ella misma se propuso ayudarle, hacerle ver que las cosas no eran como se imaginaba él.
Ella habia calculado sus pasos, por lo cual sabia perfectamente por donde pasaria, y en que momento, asi que cada día al mediodía ella se sentaba en el banco cercano al puerto para verle pasar. Quería que él la mirara, pero él siempre andaba mirando a sus pies.
Pasaron varios días, que a ella se le antojaron eternos, hasta que un día él se paró, le había entrado algo en el ojo y se sentó en el banco.
- Dios! está cerca, lo tengo al lado - pensaba ella mirando al mar.
Él decidió quedarse en el banco un rato, ella deseaba que él la mirara, pero parecía que solo tenia ojos para el mar.
- Es bonito verdad?
- Sí.
Entonces el la miró, y entablaron una amistad. Pasaban las tardes juntos mirando al mar, hablaban de su vida y se entendían muy bien, pero por más que él la mirara no la veía... pues en los ojos de él no habia el mismo sentimiento que en los de ella, él solo la miraba, pero no la veía...
Ella se daba cuenta de que eso era imposible, el jamás la veria igual, jamás se verian con los mismos ojos, pero a ella no le importaba, pues el cada tarde se sentaba a su lado, y eso era suficiente.
Un mediodía como cualquier otro ella le esperaba sentada en el banco, pero él no aparecía, le habría pasadao algo? Entonces lo vió, paseaba por la playa agarrado de una mujer. Ella dejó de mirar, dejó de ver, y no volvió al banco.
Su destino no era el estar juntos, su destino era simplemente compartir momentos de soledad, porque él la miraba sí...pero jamás la vio...